Con la fragua de tu voz
forjaste, amor, mi dicha:
hálito de un corazón
arribando a mi orilla,
y así me sorprendió
devolviéndome la vida.
Mi velaje se hinchó
con tal cálida brisa,
y en rozando mi dolor
lo trocó en mil sonrisas
de babor a estribor
devolviéndome la vida.
Y yo, perdiendo el temor
de amar y ser querida,
débil nave sin motor
bogué a tu fuerte quilla,
que tú me diste el valor -
devolviéndome la vida.
En tu remanso de amor
hallé la paz perdida,
me colmaste de ilusión
restañando mi herida
alentando mi pasión
devolviéndome la vida.
Sin ti, en aguas frías,
sin estrella ni timón
viajaría a la deriva:
no habría faro, ni nación,
ni puerto más que tu amor
para volverme a la vida.
El amor puro siempre ser? la luz que nos guiar? por los m?s bello caminos. Hermoso poema Danae. Saludosss