La muerte es hermana gemela de la vida,
todo queda en familia. Desde el momento
de nuestro alumbramiento, nos abandona
la vida poco a poco, y se acerca el día
de nuestra partida .Tantas idas y venidas,
tanto sufrimiento, aspavientos y alegría
y lo único verdadero en nuestra historia
es esa energía que volverá a ser universo
cuando se agote nuestro tiempo, memoria
del paso por un cuerpo que se nos presta,
materia que en nada queda, salvo restos
dispersos por aire y tierra, y recuerdos
en quienes han sabido querernos, estelas
que dejan su huella en el océano etéreo
de su transcurrir por nuestra existencia.
Mas las acciones quedan en primaveras
infinitas, pues van brotando sus semillas
en corazones que palpitan, presencias
que subsisten en las artes y en las letras,
el alma colectiva. Y el espíritu resucita
y habita en cada ser que por ellas vibra.
Se escribe verso y melodía, y se pinta
y se cincela realidad e ilusión; cual lira
tañida por musa eterna, sinfonía completa
de planetas y estrellas, de luna y sol; y risa
y dolor bajo esa bóveda celeste que destella
esencias de alma bella en estrofas indivisas.
Pues vida y muerte van bailando su armonía
de hermosa fraternidad, en paz y no en guerra
con la arcilla, la paleta, las corcheas y las rimas.
Así se trasciende la muerte, así se recrea la vida.
Danae:
"y lo único verdadero en nuestra historia
es esa energía que volverá a ser universo
cuando se agote nuestro tiempo".
Todo lo dicho en tu poema es una gran verdad, todos regresamos al universo donde no existe la idea de vida ni de muerte, pues las dos son la misma cosa.
El miedo siempre nos ha hecho separarlas; nadie puede separar la cara de una moneda y dejarla sin sello o viceversa.
Amiga me ha llegado hasta lo mas profundo del ser tu escrito.
Un abrazo eterno.
Sergio.