Andreadelmar
El Valtz se escucha en la cuenca fluyendo hacia un río utilizando, quien con sus brazos se toma del mar formando un baile activo, buscando la velocidad exacta para esperar la fluida desembocadura en el mar. El mar se deja llevar con el vaivén de sus olas, intensa, espumosa, cristalina... por testigo las montañas quienes asombradas observan un baile acompasado, deslizándose con suavidad, fluyendo... con tres tiempos en un compás.
Así se escucha tu poesía hoy desde un valtz en el que no estás sólo... sintiendo las manos acariciando con suavidad, dirigiendo el ritmo, viviendo en una eterna danza, uniforme, lenta, con elevaciones que conquistan el corazón.
Un gran deleite leerte, sabes conquistar el corazón de quienes te leemos... Yo, ANDREA, me siento sumergida en un ritmo océanico suave.
Abrazos miles,
19/08/09 11:08