1.
Silvia se paró en seco, le daba la impresión de que estaba dando vueltas. El pasillo, las puertas de los dormitorios, todo le parecía igual. Las ventanas siempre enfocaban el mismo paisaje, inerte y sin movimiento, pero con una chispa de éxtasis.
Se sentía desalentada, y a la vez entusiasmada. En su cabeza se acumulaban preguntas sobre si conseguiría salir de aquel lugar en algún momento. Su claustrofobia empezaba a hacer efecto, y cada vez se sentía más mareada, empezó a andar de nuevo, con un paso inestable un par de pasillos más, hasta que no pudo seguir, se paró en seco y, con una mano en la cabeza, se fue agachando poco a poco hasta que quedó tendida en el suelo.
***
Mike aun permanecía en la habitación de Silvia, tirado en la cama, inmóvil. Pensando en la conversación que tuvieron hace apenas unas horas. Pensó que no podía seguir sintiendo aquella espina que llevaba años clavada en su corazón, necesitaba alguien que la sacara, que curara la herida que había producido tantos recuerdos, tantas penas, pero esa persona no estaba por la labor de ayudarle
Se levantó, poco a poco, reuniendo fuerzas para seguir con su propósito, cuando por fin consiguió salir de la habitación se puso en busca de alguna pista, alguna idea de donde podría estar escondida Silvia. Aunque no debería de estar muy lejos, ya que, esa torre, donde se encontraban, no tiene escapatoria. Está situada en medio de la nada, todo el paisaje que le rodeaba era una mera fantasía creada por los componentes de la torre.
Llegó donde se encontraba, tirada en el suelo, inconsciente, intentó que reaccionara, pero fue en vano, a si que, la llevo a la habitación, con cuidado, manteniéndola con fuerza, como si
se le fuera a escapar
***
Se despertó de golpe, sorprendida, estaba segura de que había huido de aquella habitación, tan segura como que había paseado por toda la torre, sin encontrar ninguna salida, el motivo de su desmayo. Mike se volvió al darse cuenta de que ya se había despertado.
-¿Estas bien?
-Si, pero
¡Que diablos!
-Te vi en el suelo, y te traje de vuelta a esta habitación
-¡No te dije que no quería volver a verte!
Silvia se incorporó, intentando huir otra vez de aquella situación de incomodidad, pero le volvieron los mareos, y se volvió a tumbar.
-¿Se puede saber que hacemos aquí?¿Qué es este sitio?
-Estamos aquí para ayudar a los demás, Silvia.
-¿Pero quién me ayuda a mi? Necesito alguien que me ayude a comprender, que me haga sentir bien, ser feliz, alguien que me quiera, que esté con migo cuando tenga miedo, alguien que me haga sentir la niña que aun llevo dentro.
-Hay alguien que si está contigo, aunque no te lo creas. Esta muy cerca de ti, no estás sola, pues alguien piensa siempre en ti, y lo pasa mal cuando tu también lo haces, alguien que te quiere, de veras.
-Si, ¿Y dónde está?
-Está justo delante de ti.
-Estoy harta de eso ánimos que te mienten y te hacen sentir bien, ¿Para qué? ¿Para luego darte cuenta que son mentiras y te hagan más daño?- Silvia se paró en seco.- ¡Que!
-Que nunca olvidé ese día, el día que
-Mike, para, tu y yo no podemos
Mike le plantó un beso a Silvia, un beso pleno, lleno de sentimientos, de recuerdos, un beso de total sinceridad...
es una carta llana de sentimientos, ?nimo