Tardé dos meses en reaccionar,
En darme cuenta que la realidad era ese momento,
Que era real todo ese sufrimiento.
Que era de verdad mi dolor.
Nunca me había invadido ese sentimiento suicida de acabar con todo y todos,
De echar mi vida a perder por completo.
Pues todo sucedió en menos de un segundo.
Ahora, después de menos de medio año, me invade aún ese sentimiento de vértigo, de cierta locura por acabar con todo, de cierto dolor inexplicable que solo guardo para mi, de ciertas sonrisas que están incrustadas en mi memoria, de cierto abrazos, charlas, besos etc.
Querida, no lo puedo contar todo en un par de versos,
Tengo una vida de recuerdos contigo,
Tengo largo camino sin ti.
Todo se apagó desde aquel instante, como la noche al sol.
Y creo que aún no reacciono que jamás vuelvas a estar aquí con nosotros.
Compartiendo tu sonrisa, compartiéndote a ti.