Sé que es muy difícil a veces, pero aprender a perdonar es un gran paso que te permitirá sentirte mucho mejor y poder cerrar una herida que nunca deja de sangrar. Espero que lo consigas.
Gracias Lis.
Esta poesía la escribí hace muchos años y es cierto que mientras la herida está abierta nunca deja de sangrar.
La mía por suerte ya cerró, pero son muy acertadas tus palabras.
Un beso.
Delma.