Donde el día se besa con la noche,
y se abre el pasadizo hacia mi alma,
que no me conoce.
Entre el roce;
de los labios del silencio
digo adiós y mi voz,
se pierde entre el encuentro
del ayer y este momento dueño de cada secreto,
mientras suena el vals del tiempo,
que dicta cuando despierto;
de este deambular eterno, que no conoce el infinito
pero sueña con leer lo que aun no esta escrito
-me limito-
Mientras en paginas vacías vierto parte de mi alma
el sol destiñe a la luna entre la cuna; de el alba,
en calma, claman mis latidos
pero vuelvo a preguntarles
si vivo perdido