Era un espectáculo ver como la luz atrapada fluía precipitadamente dentro de aquella burbuja de hielo. -Haciendo casi imperceptible el hecho de que era prisionero-
-Me acerque un poco para cautivarme con tal belleza-
Y ha decir verdad,
me di cuenta que nunca me detuve a observar la puerta que me condujo hasta aquí.
Era impresionante ver como se levantaban dos grandes columnas hasta hacerse infinitas.
La columna izquierda, tenia finos grabados de ángeles señalando hacia abajo.
Y la columna derecha demonios señalando hacia arriba.
En medio, -suspendida en el aire- la burbuja seguía dando su hermoso espectáculo.
del suelo cristalino nacía una enredadera de hielo que se elevaba abrazando las columnas hasta ser tragada por la luz.
Permanecí allí un momento intentando descifrar el significado de aquellos grabados.
De pronto percibí como diminutas partículas de luz caían levemente
sobre el suelo de cristal.
una leve brizna acaricio mi piel.
-Era muy fría, pero al entrar en contacto conmigo se evaporaba.-
Suavemente se iba acelerando la caída de aquel rocío,
que no hacia más que erizar mi piel, el piso estaba ya cubierto por un delgado manto de agua cristalina, pero un círculo seco cuidaba el contorno de mis pies.
-El agua subía cada vez más aprisa-
yo permanecí inmóvil mientras me cubría totalmente aquel líquido seco,
-contuve la respiración-
cuando de la nada una voz distorsionada por el vaivén del agua rompió el silencio diciendo
-mientras más te alejas, mas cerca esta de la lejanía
todo esta en el origen-
Solo escuche eso, acompañado de lejanos lamentos.
Mi cuerpo pedía oxigeno mientras yo apreté los labios,
hasta no soportar más.
cerré los ojos
y un par de lagrimas fueron despedidas de entre mis parpados
dispersándose al chocar contra el suelo hasta mezclarse con mi prisión de de agua
Que así de la nada., se evaporo.
Me apresure a respirar, mientras pensaba en lo sucedido.
-Sin lograr mucho entre mi gran afán por respirar-
Al recobrar la calma todo permanecía igual.
O al menos en apariencia, di un paso hacia delante y un sonido retumbo hacia todas direcciones.
-Mire hacia abajo-
aquel suelo perfectamente cubierto de cristal, se había estrellado por el impacto de mis lagrimas.
-tome un pedazo de cristal-, al segundo siguiente un gran estruendo sacudió todo el suelo y aquella fisura se transformo en un pequeño espacio vacío,
al levantarme di la vuelta y deje caer el pedacito de cristal,
las grandes enredaderas que cubrían las columnas se movieron fuertemente hasta que aquel fragmento de cristal fue colocado en su sitio exacto,
regresando todo a su perfecta normalidad.
-mientras más te alejas, mas cerca esta de la lejanía
todo esta en el origen-
Armando Alarcón García
CONTINUARA