Imagina esto
Una vela, rodeada por una tenue burbuja cristalina, posada sobre un algo, cubierto por un mantel negro; al fondo una pequeña abertura que deja pasar directamente la luz dibujando una cúpula luminosa sobre la burbuja de cristal.
Imagina también
Una melodía fría; deja que sus notas deambulen libremente por aquel cuarto infinito, siéntelas, respíralas; ¿o porque no?, deja que ellas te respiren, míralas flotar por ahí, congelando el aire acumulado en aquel sitio desolado, déjalas crear, estalagmitas transparentes, pero siempre sin tocar aquella esfera luminiscente.
Si ya tienes frío, es hora de seguir; dirijamos la vista a aquella abertura invisible, ahora sigámosle la pista a su rayo de luz, podemos ver como desde el orificio se dirige a la esfera, desde la esfera es transportado hasta esa melodía helada, la melodía lo deposita en todas esas formas transparente, que lo reflejan hasta hacer que su resplandor lograra un aspecto infinito.
Ahora imagina esto.
Una burbuja de luz, posada sobre un algo, cubierto por un mantel negro, que extendía su resplandor oscuro, por debajo de su tenue capa aislante, excepto por una pequeña abertura, que permite el paso de un débil rayo de luz a su interior
Ahora dime
¿Existe el infinito?