Y es que no entiendo mi sentir, pero suena frío e inquietante,
no tengo ganas ya de sufrir, creo haber tenido bastante,
quiero levantarme y que el alma no me pese tanto,
poder volar sin carga y no pensar en nada.
Hoy veo la señal, no puedo seguir acá,
tengo que levantarme y joder, volar...
Volar, porque mi alma pesa tanto que parece no querer andar.
Parece que no acepte que se fuese, cuesta y más
si a veces aparece en fugaces recuerdos que no los ves llegar,
pero al final los sientes pasar.
Y te siento, sí, en mis largos suspiros, en vagos pasos sin motivos,
en miradas desconectadas que se pierden en un vacío, en detalles
que parecen ser tan reales y vivos que a veces me olvido
que ya no estás conmigo.
Busco un alivio, algo que me haga sentir vivo,
que se meta dentro mío y te saque despacito
para olvidarte de a poquito.

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