Remi
Era tan pequeñita, una bolita de pelo cuando la vi por primera vez. La he visto en tu texto y no he podido evitar emocionarme, comparto cada una de tus palabras, nos dio tanto amor. Cuando se fue, hace tres años, dejo entre nosotros como su esencia, la sentía a mis pies y aun hoy creo escuchar, en ocasiones, sus pasitos al caminar.
Precioso como lo has escrito Diego ¡sigo emocionada!...
Un saludo.
27/12/17 06:12