Hoy, estoy viviendo uno de esos días, donde quisiera decir tantas cosas, hablar tantas palabras, escribir tantos pensamientos, tantos sentimientos, plasmar en estas líneas tantas emociones, que mejor lo digo todo junto, y de una vez; mi espíritu en estos momentos está corriendo con el viento, porque mi cuerpo es muy limitado.
Me canse de caminar, pero no de volar, ni apenas cierro mis ojos, imagino tantas cosas, que mis emociones me sorprenden y mis pensamientos me observan inertes y colmados, tratando de sujetar mis locas fantasías, y mis ojos creen que mis ilusiones no son reales.
Mi conciencia se expande como el cosmos, y puedo ver detrás de las estrellas, lo que esconde la luna, y ver a través del sol.
Hoy puedo ser el libro que leo, la escultura que disfruto, el árbol que toco, puedo ser el niño que veo jugar en mis recuerdos feliz y extasiado, desvaneciendo los relojes para burlarse de todo el tiempo por delante, para perderse en el infinito.
Hoy, es uno de esos días, donde mi alma, toca todo lo que pueda ser bello para la vida, luego mis manos se vuelven invisibles, la sensibilidad se apodera de todo mi ser, y mi espíritu se mezcla con la inmensidad de la creación y puedo vibrar.
Hoy, estoy viviendo uno de esos días, donde realmente puedo estar aquí, presente conmigo mismo, donde el tiempo importe nada, y donde los recuerdos ni siquiera pasen por mi mente, no me molestan, y no me siguen.
Que pasara en un rato, o mañana, ¿Quién lo sabe?, acaso se ocupe la razón con su lógica temporal, que para eso está. Ahora mismo, simplemente existo, me estoy tomando de a sorbos la vida, mi mente ya quiere mover mi cuerpo, pero esto a mí no me preocupa, esta es una acción de la mente refleja.
Hoy, en este mismo instante, lo único que realmente me importa, es seguir acariciando mi espíritu, y dejarlo correr un poco más, para disfrutar todo lo que solo el viento me puede mostrar.
Un torbellino de energía lo que trasladas al leerte.
Un saludo.