Tu nunca imaginaras cuanto te amé en aquel lugar del tiempo,
fueron noches enteras escondiéndote en mi almohada,
tu Ángel atravesaba mi cuerpo desvanecido por tu bella sonrisa,
el aire a tu lado se llenaba de ti y mi existencia era plena.
En aquel instante de mi vida no podía querer a nadie,
pero tu feminidad me vulneraba hasta el llanto sagrado,
eras tan inalcanzable y platónica que tu sola imagen me llenaba de placer,
no era necesario más nada, en tu etéreo andar impregnabas mi alma.
Te adore a mi lado como a una diosa en los Olimpos,
tu lejanía la recuerdo en la mirada más profunda,
te quise a través del tiempo y sin condición,
gracias a ti descubrí las flores, las estrellas y todo lo sutil.
Tus dulces besos aún laten eternos en mis mejillas de niño,
nunca olvidaré tu boca hecha de silencios y soledades,
todavía hoy te extraño en mi corazón, donde vivirás perenne,
me hace tan feliz descubrirte una vez más entre mis pocos recuerdos.
"Para ti mi querida amiga Cristina"