He de ser lo más lejos que mis pensamientos puedan llevarme, siempre y cuando, tenga sueños no mundanos, pues desde que mis ojos se abrieron, el mundo me pareció muy engañoso.
Bellas palabras son el andar de cualquier ilusión que tome la mano de un placer inédito, un grito de pura luz azul, infinita; tan azul, como una gema de zafiro azul nocturno.
He creído siempre en la posibilidad de transitar las eras más románticas que se puedan disfrutar, donde en un abrir y cerrar de ojos, sea posible acariciar el beso de una pasión, estremecer los labios, o poder acompañar con la mirada una sentida promesa de amor.
Admiro las más elocuentes historias que recorren los tiempos, al niño que corre descalzo por el alma limpia y pura, escuchando los juegos, chapoteando todavía ingenuos en la lluvia, que moja nuestras sonrisas despreocupadas, solo viviendo.
Oigo el futuro, pero mis emociones sujetas al presente miran por el ojo del destino una hoja seca que gira y gira en el mismo espacio sin parar, y siempre el mismo enigma; ¿se mueve la hoja? ¿se mueve el viento? o simplemente, lo único que se mueve, ¿es mi mente?.
Te fluyen profundos pensamientos que trasformas en bella prosa poética. Tienes talento para ello, ¡felicidades!.
Un abrazo Diego.