Duerme tus sueños junto a mí,
aunque la noche sea fugaz,
volemos hacia el destino,
con nuestras ansias de amar.
En el silencio más callado,
el desenfado de nuestros besos,
por los escondrijos del querer,
llegaran a un nuevo amanecer.
Siluetas de luz como rosas,
entre abrazos y susurros,
en paraísos exultantes,
embriagaran nuestros cuerpos.
Acordes de un violín del aire,
desde el corazón de un bello tocar,
abrirán las puertas del cielo,
tú serás mi melodía soñada.
Dulce melodía logras acariciar mis sentidos al leer tu poesía.
Una belleza, felicidades.
Un abrazo Diego.