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Creerlo O Demostrarlo (reflexiones)

Miguel Ángel Lara, periodista, lo ha dicho con rotundidad: "una cosa es lo que crees ser. Otra lo que demuestras ser". Los hombres tienen la inveterada costumbre de querer convertirse en consecutivos conquistadores (conquista tras conquista) hasta llegar a ser bicampeones, tricampeones o hasta pentacampeones (quizás sextetos tal vez) en esto de "donde pongo el ojo pongo la bala" o, dicho de otro modo, "aquí te pillo aquí te mato". Pero muchísimos de ellos, casi todos mejor dicho, no saben ni disparar. Nada más parecido a una charlotada absurda que eso de ver a tantos hombres cantando entre dientes que han conquistado hasta la luna o el lucero del alba. ¿De verdad han conquistado la luna o el lucero del alba cuando no son ni capaces de conquistar a Carmen "La Piconera" con lo fácil que resulta ser? Sucede tantas veces que cuando veo a un "estirado" caminar con la cabeza en alto como si fuera un ejecutivo de la CAMPSA pienso que quizás lo que hace es aparentar porque ya no tiene gasolina en su "depósito". Hagamos una pequeña reflexión sobre este tema pero sin dejar de reír mientras nos tomamos el café con leche mañanero.

Hoy en día, en plan ejecutivos de REPSOL, parece que a muchos les da por consumir hasta tres copas por segundo para ser campeones. Uno se pregunta si esos tres puntos que buscan marcando goles en redes ajenas son, en realidad, su eterno fracaso pero, claro está, se han quedado detenidos en la duda existencial del "ser o no ser" que sirve de tapadera para ciertos asuntos del "paga por anticipado o no hay nada que hacer". Esta avalancha de captadores de la atención de las féminas me suena ya a cuerno quemado. ¿Y la pólvora que deriva de polvo? ¿Dónde está la pólvora que pueda encender la chispa del amor cuando el amor ni tan siquiera existe en sus quehaceres? ¿Han visto ustedes, estimados lectores y lectoras de mis textos, cómo el continuo desfile de los billetes de banco -al son de la música de la Carga Ligera de Caballería por lo rápido que lo hacen- sirven para menguar las cuentas corrientes sabiendo que no saben ligar? ¿Dónde se encuentra ahí ese tal triunfo del que tanto alardean?

Alardear. Al igual que los picos pardos de la Artillería Pesada -y vaya que son pesados cuando nos cuentan sus "hazañas"- esto es la revolución de muchos hombres que creen ser arietes "rompe redes" cuando no son nada más que clientes de La Red de San Luis (en Madrid) o de las redes de las magas (en toda la Tierra) que les transforman en peluches desplumados. ¿Han visto ustedes, amigos lectores y amigas lectoras, algo más gracioso pero a la vez patético que esos peluches desplumados vestidos con ropas de samaritanos?

Vamos por partes. Creer. ¿Qué es creer? No hace falta ser demasiado inteligentes para saber que ciertas creencias no encuentran respuestas adecuadas cuando en la cabeza sólo hay una idea fija y nada más que una idea fija como sucede con los morrones "mormones" que bastante morro le echan a la vida. ¿Y ustedes, amigos y amigas de lecturas, creen que con sólo una idea fija en el cerebro se puede convertir en conquistador un hombre que no ve más allá del "quítame de aquí esas pajas que quiero quedarme con los granos"? ¿Qué de qué estoy escribiendo? De la gracia que me da cuando veo a tantos fantasmas girando alrededor de un vaso de moscatel porque están más mosqueados que una zanahoria en el mercadillo de Molina de Segura (por decir algo ya que hoy es sábado). Como de zanahorios se trata el tema, para los tertulianos del Hogar es muy bueno (yo diría que hasta saludable del todo) que existan esta clase de "tragedias melodramáticas y cómicas" paseando por el Paseo Rosales. ¿Rosales? ¿Saben esos "impolutos" hombres de "blanco en punta y los pelos repeinados" que los rosales no tienen rosas en agosto? No creo que lo sepan pero, quizás por casualidad, llevan el clavel de la solapa totalmente seco del todo. Y eso es lo que veo yo todos los días. Lo difícil no es ceer sino demostrar lo que se cree. Por eso muchos son capullos sin darse ni cuenta.

Cuando las cuentas corrientes están en "números rojos" y el jefe de la sucursal bancaria no da más créditos por esa cuestión, hay que lograr una buena cantidad de dinero haciendo creer, a las ingenuas señoritas del glamur posmodernista, lo que ni ellos mismos se creen. Y es que el crédito se logra luchando de verdad antes las adversidades de las injusticias o te conviertes en un fantasma, como sucede con ellos, con un "amiguito" de compañía. ¡Ya están aquí los fantasmas! ¡Siempre los mismos fantasmas! ¡Vaya tostón! Atención que vienen ya bastante desbocados con su marcha marcial: ¡Oír para creer! ¡Ver para demostrar! Ni una cosa ni la otra saben hacer. Pero es que los muy "pobrecitos" necesitan meter algún gol aunque sea de "penalty". Ustedes ya me entienden porque hasta en las fotos salen muy monos.

Ríanse, por favor, porque la risa es contagiosa pero no es una enfermedad endémica ni hace daño al corazón. ¡Tictac tictac y tictac! A muchos parece como que el corazón les delatan porque ni sienten ni padecen ante las desgracias ajenas. Es como si el larguero de la portería de La Rosaleda (de Málaga estoy hablando ahora) repeliese todos los disparos y sus jugadas quedasen solamente en "aguas de borrajas" que, por cierto, no son potables para calmar la sed porque producen diarreas (entre ellas las mentales). Eso es. Pueden ser mucho de lo que creen ser pero no pueden demostrar lo que creen ser. ¿Han visto ustedes mayor impotencia? Vamos a ver si ya se acaba esta "feria de los caballitos" y dejamos las fotos para otro verano mucho más fresco. Sí. Ya se ve que son muy fotogénicos pero tengan, por favor, muy defendida la "retaguardia". Por si acaso atacan por detrás.

Hasta los hay que son pastores y todo. No sé, en definitiva, por qué algunos se meten a pastores cuando tienen tanto futuro por delante como verdaderos profesionales en sus oficios varios. Claro que lo que pasa es que eso de ser pastor mola mucho porque aprendes a tirar con honda. Y esto de tirar con honda a las vecinas parece que está de moda y se está convirtiendo en costumbre. Quizás ya se sepa la verdad mucho antes de que llegue el invierno; a ver si en diciembre se acaban las "mosquiteras" porque se han marchado ya los "mosquitos". Cuidados con quienes se hacen pasar por "mosquitas muertas" que luego ya saben ustedes que pude pasar lo de Palomera (en Cuenca) muy cerca de Molinos de Papel. ¿Qué papel están itnerpretando estos "palomos"?

Voy a terminar cantando: ¡Ya se van los pastores a las costas ricas, ya se queda España con las guapas chicas! ¡Ojalá nos caiga un bombón que otro en vez de alguna que otra bomba! Pidamos a Dios que nos congratule y podamos pasar unas felices fiestas día tras día que falta nos hace. ¿O no es cierto señores hurtados? Por cierto... ¿quién habrá hurtado haciéndose pasar por Jesús? En definitiva, que cada cual es cada cual y sigue siendo tal cual; pero no me refiero a realismos mágicos sino a mágicas realidades. Y es que ya lo advertía continuamente Mariano José de Larra y Sánchez de Castro (Madrid, 24 de marzo de 1809 – Madrid, 13 de febrero de 1837): "El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer". Fin de la parodia. Y Dios que lo vea para que nos otorgue felicidad que bastante falta hace.
Diesel24 de agosto de 2015

2 Comentarios

  • Norma

    Diesel, sòs un genio yo conozco un par de hombresillos que se piensan que cuando màs mujeres, màs hombres son y no hacen feliz a nadie.
    un abrazo

    24/08/15 11:08

  • Diesel

    Jajaja. Me has hecho reír porque has dicho una gran verdad. También yo conozco a alguno de esos. Creo que si un hombre liga a dos o tres por semana (digamos que unas 100 al año) no conoce a ninguna de ellas porque no tiene ni tiempo de saber quiénes son ni tan siquiera de cómo se llaman. Un saludo cordial.

    25/08/15 01:08

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