Cuando llega la oscura noche y miro a través de la ventana me encuentro con un misterioso palpitar de estrellas que tililan en medio de este Universo pleno de galaxias y luces encendidas. Apago la sala y, en medio de todo el trajinar de esta experiencia llamada Vida siento que circula por mi sangre una especie de Eternidad indetenida. Misterios de la Navidad. Hace 2011 años aproximadamente alguien me hizo saber que existía el modo de formar parte de esa Sagrada Familia en la que los hermanos y las hermanas son los de la Verdad. Y en verdad que llevaba razón el Mensajero de Dios cuando, a los 7 años de edad, me indicó que había nacido Ella. Ahora somos como Adán y Eva readmitidos en el Nuevo Paraíso de la Felicidad. Cuando llega la oscura noche y miro a través de la ventana sé que es cierto lo que señala Jesucristo a partir de la Palabra del Espíritu Santo. Feliz Año Nuevo a quienes creen que la Verdad es inmutable y los tiempos se hacen Eternidad. La miro a Ella y veo la Belleza en todo su esplendor.
