Entre las gratas sorpresas que tiene la vida, la más gratificante en cuanto a la personalidad humana es, para mi gusto, la Cultura. Cultura da un sello de identidaqd y calidad al ser humano, hombre o mujer, con su singular apunte. La Cultura armoniza a la perfección con el diseño humano y convierte a éste o ésta en actores de su propia voluntad. Con la participación libre y voluntaria de todos los que la eligen, Cultura es una diosa vestida a la que hay que ir desnudando sin prisas. Activación de la mente, Cultura es protagonista principal del "festival del arte" de la vida. Si nos detenemos a gozar con ella, el hombre o mujer son más completos. Más complejos también. Pero la complejidad de la Diosa Cultura es un "paisaje de vida" donde uno puede penetrar tranquilamente y sin complejos y sin temer a ser tragado o tragada por el Monstruo Ignorancia.
Más allá de cualquier definición teórico académica (en lo que no entro ahora en este breve texto) la Diosa Cultura nos defiende del Monstruo Ignorancia mientras adorna nuestra mente con las flores del conocimiento. Por su parte, el Monstruo Ignorancia traga personas a las que hunde en el tenebroso Mar del Desconocimiento. Pero a la Diosa Cultura se la puede invocar siempre y ella acude solícita al rescate. No sin razón se dice que los pueblos que avanzan y crecen lo hacen más y mejor cuanto más adoran a la Diosa Cultura y más se alejan del Monstruo Ignorancia.
En resumen, entre la Diosa Cultura y el Monstruo Ignorancia, lo que está siempre en juego es lo que ha escrito hoy el periodista José Lorite Mena: "lo que está en juego es la representación radical del ser humano, la capacidad o incapacidad para decididr el sentido de su vida, para ser el propietario de la representación de su existencia o n o serlo". Y, como colofón, ahí va el grito de Kant: "!Atrévete a pensar!".
Amigo Diesel, ojala muchas mas personas pensaran como t?, el mundo seria mucho mejor. Un abrazo.