Está marcado el juego desde
el inicio de su magia redentora
y los niños lo saben y columpian
sus risas en el círculo completo.
Es el juego de las alternativas
entre el bien y el mal de los infantes
y, disparando al centro de la vida,
sus corazones laten bajo el sol.
No terrmina nunca este juego
de infantiles sueños en la sombra
de la vida ajena a lo adulto.
Y, en medio de sus personajes,
los niños juegan entre sus verdades.
Atónito el esfuerzo de sus días
de juego infantil se continúan
más allá del límite horizonte...
Nunca deber?amos de abandonar nuestros juegos de ni?os.
Un abrazo Diesel