Este mundo actual se está haciendo cada vez más nimio que nunca. Ahora se lleva lo light hasta en las ideas. Florecen las ideas pequeñas por todas partes; como partículas de orgones que se asemejan a las nimiedades de un mundo cultural que ha regresado a las cavernas de las que hablaba Platón; o sea, que las ideas actuales son sólo sombras expuestas en un muro cualquiera. Son los graffitis de la actualidad como símbolos simiescos de quienes hacen del arte literario una especie de breviario paleontográfico. Sí. Mucha imagen sí. Pero de ideas muy cortas.

Pareciese que la posmodernidad es la involución hacia los hombres de las cavernas. Las ideas del mundo literario actual se están convirtiendo en gruñidos ininteligibles y luego, al pasarlas al papel, ya no sabemos si lo que quieren decir es "buenos días" o "buenas noches". Y es que la configuración del "tempo" literario actual se está convirtiendo en un lenguaje como representación pantagruélica de la sinceridad.

Películas guays. Escritos guays. Todo es ahora un solo guay del Paraguay, o sea, una repleta canasta de nimiedades de unos cuántos jóvenes que dicen ser los líderes del Nuevo Enfoque. Recuerdo a un tal González que no sabía otra cosa sino inventar una revista llamada Nuevo Enfoque. ¿Qué sería ese Nuevo Enfoque?. El enfoque de lo guay seguramente.

Crear una revista titulada "Nuevo Enfoque" sólo está a la altura de los verdaderos intelectuales y no de niños sin nada que aportar a la Comunicación Social. Y es que ahora todos y todas creen ser sabios literatos.

La verdad es que esta sociedad actual ya no es "una vanidad de vanidades" (como dijo Jesucristo) sino "una necedad de necedades" como digo yo. Mucha fiesta, mucha fiesta... pero a la hora de la verdad... mucha siesta.

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