El rojo paso de la blanca aurora
ha convertido en verde al álamo lozano
y allá en el monte desde el altozano
deja pasar el tiempo cada hora.
Hay una fina plata de cristal dorado
que el sol alumbra sin demora
y en el valle umbrío de la zarzamora
un mirlo canta al día inacabado.
Sombra. Sombra de verso enarbolado
por la voz del poeta que se enamora
del rojo paso de este sol dorado
por el rastro abierto de la amapola.