Día 4 de marzo del año 2016 después de Jesucristo. Teatro Villa de Molina en Molina de Segura (Murcia de España). Son las 9 de la noche y estamos, en el Teatro, Liliana, Miriam y yo. Patio de Butacas. Fila 12. Asientos 21, 19 y 17 respectivamente. Es la obra "Solitudes" de Kulunka. Cerca de una docena de personajes vivos (más el invisible perro) representados solamente por tres grandísimos actores: José Dault, Garbiñe Insausti y Edu Cárcamo. Teatro de máscaras. Teatro gestual. La comunicación deambulando a través de la incomunicación.
Esto es lo que dice la crítica:"La obra "Solitudes" es la historia de un anciano que enviuda repentinamente y cuya principal ilusión en la vida era jugar a las cartas con su mujer. Su familia, su hijo y nieta, se hacen cargo de él. Pese a esforzarse de la mejor manera de la que son capaces, le atienden pero no le acompañan. El abuelo no logra hacerles entender que lo único que necesita es compañía, anque sea jugando a la cartas tal como lo solía hacer. Se siente tan desvalido que acaba saliendo a la calle a buscar con quien jugar encontrando como única compañera a una prostituta primeriza. El descubrimiento por parte del hijo de la prostituta en casa desencadenará una serie de acontecimientos cruciales en la vida de estos personajes. Aparentemente una historia sencilla, pero repleta de metáforas y de reflexiones acerca de las relaciones humanas, la necesidad de afecto, la incomunicación y en qué medida nuestros prejuicios son capaces de incapacitar la felicidad de otras personas y, por supuesto, la nuestra".
En clave de humor, pero de esa clase de humor que me ha llevado a escribir que "el humorista es una persona que se gana la vida cuando se porne a escribir en serio", resulta que se demuestra que entre la sonrisa y la carcajada siempre existe algo que se llama inteligencia. Una inteligencia que nos sirve para pensar mientras recordamos; para razonar mientras observamos y para deducir mientras analizamos. Recuerdos. Razones. Análisis. Todo el mundo humano actual reflejado en el escenario de nuestras sociedades; estas sociedades que se están auto aniquilando ante la incomprensión de una mayoría que se está volviendo absurda. Solitudes. Soledades. ¿Es este el próximo y cercano futuro de la humanidad? Cierro hoy las páginas de mi Diario con esta interrogativa. Mañana descubriremos hasta dónde hemos llegado y si es posible todavía volver a empezar.
Hablemos del amor una vez más. Y volver volver volver a tus brazos otra vez. La mascarada en que se está convirtiendo el mundo nos está haciendo regresar, con nuestra memoria, a otros tiempo que, efectivamente, no eran ni mejores ni peores sino que eran diferentes; pero... ¿no eran también más felices?...
