Mentimos desde el discurso de la propia mentira. La argumentación se basa en dar sentido a una idea y articularla dentro de un sistema de lenguaje. Propongamos que todo texto que usted lea, aquí, en TT, es una creación literaria, un ejercicio de buena práxis e incluso un excelente plagio ( la culminación del colapso de la verdad ). Bien, pensemos lo que pensemos podemos estar aceptando que, la Mentira es, en sí misma posible verdad. La estrategia de cualquier escritor consiste en saber mentir de una forma extremadamente personal y única. Mentira no equivale a fabulación literaria, es, simplemente colapsar la verdad.
Ustedes verán que, la ficción es un camuflaje excéntrico. La ficción, como posible sueño realizado entre combinatoria de palabras. Las grandes mentiras acaban en la pereza de leer a muchos clásicos, quizá porque mentir en griego o en castellano del siglo XVI resuena a juegos casposos y venganzas repetidas.
Nobles mentirosos, como Shakespeare, vendieron humanidad a cambio de una gloria degradada en beneficio de cualquier conversación de barrio o una buena opinión de café. Y es que, hemos sido preparados para mentir con verdadero acierto.
Estén atentos a las posibilidades de la palabra CAMBIO.
Les sorprenderá descubrir su relación con el término EFÍMERO.
La Verdad (entelequia imposible) fue sustituída por la Mentira con la facilidad con la que usted no terminará de leer este texto.
