Abres los ojos y notas como tu corazón se acelera,
no te lo puedes creer, es esa sensación otra vez,
lo sabes y sientes frio, pero es un frio distinto,
este no se va por mucho que te arropes,
lo sientes dentro, muy dentro...
y cuando reaccionas te das cuenta que todo esto venia de antes,
de una explicación que tú no pediste,
y que ahora ves que sonaba a disculpas anticipadas...
Saber que no es la primera vez que ocurre hace que te tomes en serio el puto dolor
y que aprendas, aunque sea por las malas,
que esa historia había terminado ya hace mucho.