Sí, en ocasiones suelo arder.
Bebé, acompáñame ésta vez
Sé que deseas que no dure por siempre;
pero no me engañas,
adoras la música rock, el fuego, y a mí.
Con sólo mirarte presiento lo que ocurre en tu piel.
Muérdeme, ya los besos no funcionan.
¿Cómo desahogarme ahora de este calor?
Hoy necesito algo extra,
y no me refiero a la lujuria.
Ven, bailemos entre llamas.
Entre más nos quema más nos gusta,
y nos gusta estar aquí.
Éste lugar se está calcinando y no nos importa.
Ardamos por voluntad propia.
Arde, bebé.
http://www.ricardodiazborregales.blogspot.com/
Ay, ay, ay... me parece un texto inquietante. La cabeza se me va y veo más de una situación en la que tu prota dice eso.
En el fondo somos todos unos pirómanos (ya sabes, ardiendo por voluntad propia...)
Me gustó, es de esas lecturas que algo remueven por dentro.
Saludos.