Tu me llueves
como noches desgranadas
en recuerdos de guitarras,
de pausas silentes
suspendidas e inciertas,
en tormentos fantasmas
de transpiraciones distantes,
sembradas en mi piel sedienta.
Tu me fijas la mirada,
allende el horizonte de la nada,
en oscuros pájaros de luna,
en vacíos inventados
sobre cendales de bruma,
líquidos pasos
de terciopelo negro,
de lutos y de llantos,
grabados en el pretérito
en signos acuosos de sal
sobre nostálgicos lienzos.
Tu me vistes de encrucijadas,
de citas nunca dichas,
de voces que reptan
por nuestras venas aprisionadas,
por los pasillos de nuestros huesos,
recorridas por los latidos
de desnudos versos
de sueños en vela,
en incógnitas de extraños poemas.
Yo te toco,
tu me llueves,
como noches enraizadas
en promesas de lágrimas,
y me llueves
en cada sílaba de mi cuerpo
en peces de cristal,
que mueren contigo
cuando ya no te tengo.
Líquidos y transparentes versos que me llueven la dicha de haber podido leerlos. Muy buenos.