Un Pirata En Medio Del Abismo
Perdido se encontraba un pirata enamorado,
buscando a su doncella que el espacio le había quitado.
Navegaba entre sueños, mundos y estaciones
en busca de quien a su corazón le regresó sus palpitaciones.
Cruzaba mares desiertos y zonas áridas de agua,
en calientes inviernos y entre heladas llamaradas.
Un pirata enamorado que portaba locura en el corazón.
No buscaba riquezas, buscaba su razón.
Su tripulación le había dejado y su familia le había abandonado.
En su eterna noche se preguntaba qué tan lejos le dejó su amada en el pasado.
No se guiaba con estrellas, con faros ni aires en sus velas.
Le manejaba el corazón y el deseo por poseerla.
Un pirata que en su nave se ahogaba en un abismo.
Un abismo que en su pecho se formó en el camino.
Un camino sin final pues la ceguera le impedía
el notar que a su vida se le acabaron ya los días.
Ingenuamente pensaba que en la muerte se encontraba
la respuesta final a la pregunta que le atormentaba.
El pirata en su locura le dominó un terrible instinto,
la osadía de creer que la encontraría al final del laberinto.
El pirata no aceptaba el abandono de su amada
y ella no veía el daño que su adiós le causaba.
Tormentas surca actualmente nuestro héroe
en busca de una realidad alterna a su presente.
Un pirata sin amigos, sin familia y sin destino
abandonado a la deriva de un mar sin pesimismo.
Una muerte oscura y fría le esperaba aquella noche
en la que de rojo, en el agua, se tornó lentamente su aire.
Un pirata que por desamor acaba consigo mismo.
Un pirata que en la muerte vence el miedo a lo desconocido.
Un miedo que hasta entonces no imaginaba que enfrentaría
a la soledad eterna al descubrir que otra vida no seguía.
