TusTextos

Candela

Confundiría las galletas con las tabletas, pero me acechan ojos entre el trigo.
Ojos acaramelados, sudorosos, lejanos. Yo estoy herido, ellos no lo saben.

Mis artefactos, oxidados sobre mi lecho, mosqueados, ya no rompen cuellos.

Solo esos ojos, peces extraordinarios, caminitos hasta mi corazón entiesado.
Quitarían el peso de la vida derrochada, arrancarían toda aclaración.

Escalas son sus dedos abrazando el trigo, cabellos obligados…
Solo sus ojos como serpientes, olisqueando mis pies temblorosos, tanteando las grutas.

Yo resbalo constantemente en favor de la tragedia, la medito con dulzura, me rompo entre sus peñascos.
Una hoja que silba a la rama que cruje respetuosa a su tronco clavado sin permiso a la tierra desordenada.
Invariables, las perlas se retozan en sus cuencas, me siguen, se llenan de jugo ahora, del jugo de la impresión malcomida, las manos saltan de a dos sus peldaños, el cielo, rubio, tiñe las piedras, peina el trigo con su aliento vivo.

Yo apenas alcanzo a levantar la vista, a sugerir una par de números.

Pienso en que nunca aprendí a dirigirme directamente a las cosas, siempre esquive los filos, los muros, los ladridos, las candelas.

Elalternador06 de septiembre de 2011

1 Comentarios

  • Endlesslove

    No importa resbalar en la tragedia, lo importante es verla y salir de ella.
    Es extraño al principio leerlo, pero si desgajo cada imagen me dice mucho y con esos retratos me quedo: “el cielo, rubio, tiñe las piedras, peina el trigo con su aliento vivo” ,
    y con esos ojos acaramelados, porque los ojos también me han llevado a escribir versos.
    ¡Te seguiré leyendo!

    06/09/11 06:09

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