Entre nieblas me sigo guiando,
en la tormenta tengo cobijo,
con el terremoto mis pies aún no tiemblan,
sobre el bravo oleaje en medio del mar
aún me siento seguro de no naufragar.
El viento no arrastra mi cuerpo,
el sol no quema mi piel,
el frio no hiela mis huesos
ni la sangre de mis venas puede congelar.
Porque tengo una luz infinita,
un techo seguro dentro de mi hogar,
raices profundas clavadas en tierra,
un hermoso barco de enormes velas blancas
con el que en todos los mares poder navergar
Porque estoy atado a una roca tremenda,
una piel curtida envuelve mi ser,
y una gran hoguera encendida en mi pecho
hace que mi amor por ti
jamás pueda perecer.