El hombre ciego en su desesperada ambicia,
pierde hasta el honor por estrecharlo en su palma;
guiado por el pecado de la codicia,
no le importa vender… si es posible su alma.

Cuan privado es de calma,
aquel que sólo anhela obtener lo material,
precipitando la pérdida de su alma,
le es la lujuria un irreprochable manjar.

Llega a ser la ceguedad…
parte en tan pecaminoso suceso.
Que torpe e ingrata realidad,
la ignorancia no es más que un aderezo.

Desde el alba hasta el ocaso,
la agonía de su obtención,
ha privado al hombre hasta del más febril retazo;
de eso tan celestial que llaman corazón.

¿Cuán profunda tiene que ser la herida?
¿Cuánto sufrimiento tendremos que pasar, para recapacitar?
que es mortal nuestra ambición desmedida;
el dinero… Alfa del dolor, omega de la vida.

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3 Comentarios

• 

  Danae

  El dinero, alfa del dolor, omega de la vida ...
  
  Y desde alfa a omega nos has llevado de la mano de tu texto por todas sus miserias. Muy bien, me ha gustado.
  Un abrazo!!!
  

  17/03/09 09:03

• 

  Elnumerouno

  
  Este no nos gusta? es que no dice algo as? como:
  MUJERES LINDAS MUJERES? es broma, tu sabes que escribes lindo.
  

  19/03/09 06:03

• 

  Serge

  Muy bueno tu escrito.
  El dinero ha tomado tanta fuerza en la humanidad que sin pensarlo la esta llevando a la fatalidad.
  Pensamos que las cosas materiales nos daran la felicidad y que el dinero entre sus manos la traerá pero lo único que hará es atraparnos sin piedad hasta dejar nuestra alma en soledad.
  Saludos
  
  Sergio.

  02/10/09 01:10