LA DECLARACIÓN (I)

CEL 1:
Hola preciosa
¿Cómo esta la rosa más hermosa?

CEL 2:
¿Qué bobadas son estas?
¿Quién sos vos?

CEL 1:
¡Pero que va!
¿Qué forma es esa de contestar?

CEL 2:
Disculpa, amigo,
pero no veo otra manera,
tu numero es desconocido
y yo no mensajeo con cualquiera.

CEL 1:
¡Hey, preciosa!
yo no soy cualquiera.

CEL 2:
O me dices quien sos,
o “bye, bye, adiós”.

CEL 1:
¡Espera!, ¡espera!, no seas malita,
oye, princesita,
te parecerá una tontería,
pero debo decirte esto;
soy tu admirador secreto.

CEL 2.
A mi no me gustan los secretos,
o te atreves a hablar
y contar
quien sos;
o te mando a volar.

CEL 1:
¡Espera!, ¡espera!,
¡es que me da pena!

CEL 2:
Con que no quieres decir quien sos,
Entonces ¡adiós!

CEL 1:
Esta bien, María,
te lo diré,
no lo seguiré callando…
soy Fernando…


EL PRIMER ALTERCADO (II)

CEL 2:
¡Hey, Fer.
que noche la de ayer,
jamás la olvidare…
fue como siempre lo soñé!

CEL 1:
Igual yo, María,
me costo decirlo,
no me atrevía,
pero se me llego el día
y hoy puedo gritar
que eres mi novia
con tremenda alegría.

CEL 2:
Pero Fernando
¿Por qué hoy en la escuela
no me quisiste ni ver
y me anduviste ignorando?

CEL 1:
No digas eso preciosa,
lo que sucede es que soy tímido,
soy un tipo cohibido,
y nomás te vi pasar
me puse a temblar.

CEL 2:
¡Vos no me das casaca,
vos me estas engañando,
lo de ayer sólo lo hiciste
por estarme vacilando!

CEL1:
¡No, Marillita de mi vida,
yo no te mentiría
yo no te vacilaría!

CEL 2:
Porque me gustas,
sólo porque me gustas
te la voy a dejar pasar.


EL DESTAPE (III)

CEL 1:
¡Como te pones a creer
que te voy a ignorar,
“sí, me fascinas”
“sí, contigo quiero estar”!

CEL 2:
¿De verdad,
no me engañas?

CEL 1:
¡Claro que no!
Siempre me has gustado,
eres la razón de mi existir.
Sin ti;
el mundo estuviese desolado
y en él no se pudiese vivir.

CEL 2:
¡Oh, Fernando,
creo que estoy soñando!

CEL 1:
No soy exagerado
al decir que estoy enamorado
de la más bella rosa;
de la mujer más preciosa.

CEL 2:
¡Fer…
me sonrojaste!

CEL 1:
María,
quiero tenerte
acá a mi lado
para besar tus labios rosados.

CEL 2.
¡Fer.!, ¡Fer.!
¡mañana se te va hacer!


LA GOTA QUE DERRAMO EL VASO (IV)

CEL 2.
Fer.
¿Por qué ayer
me hablaste tan bonito
y hoy en la escuela
no te me acercaste
ni un misero ratito?

CEL 1:
María, comprende,
soy tímido,
no se que hacer…
¡no te quiero perder!

CEL 2:
Déjate de babosadas,
vos me estas vacilando.
a mi no me gustan esas jugadas…
¡y yo que me estaba ilusionando!

CEL 1:
¡María!, ¡María!
¡compréndeme,
no te enojes mi vida!

CEL 2:
¡Déjate de tonterías,
vete al diablo;
vete con tus boberías
a otro lado!


VEINTE AÑOS DESPUÉS (V)

CEL 1.
¿Qué tal te va, María?

CEL 2.
¡Pues bien;
un poco ocupada con los niños,
atendiendo a mi marido,
pero en general
me va bien.

CEL 1:
¡Que maravilla!
Hace poco hable con tu tía
y me contó uno que otro volado,
pero no me dijo que te habías casado.

CEL 2:
¿Y a ti que tal te va,
qué tal estas?

CEL 1.
Yo digo que bien.

CEL 2:
¿Y te casaste?

CEL 1:
Aún no.

CEL 2:
¿Pero tienes novia?

CEL 1:
Disculpa un momento,
hablamos más tarde,
que hace un ratito
me callo un mensajito
de mi bomboncito.

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