TusTextos
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El Des-orden.

Me he caído, como lo hacen las hojas en otoño, sin vuelta atrás... Me escondí del sol casi tan bien como tú lo hacías de mi. Dejé correr la sangre a través de mis venas, para que bañasen la punta de los dedos que viajan de norte a sur por tu espalda. Lo que nadie sabe es que me perdí a mitad de camino, tal vez dejaste que me perdiera soltando mi mano. Que tú fuiste desde la mañana a la noche, desde el primer día del mes hasta el último, cada rayo de sol y cada gota de lluvia. Que tú eras, y yo, yo solo fui. A veces durante dos días, dos horas, dos broncas. Yo solo fui a veces. A veces cuando tu novia era lo mejor que tenías, a veces cuando era lo primero por lo que te preocupabas, a veces cuando era lo primero a lo que le prestabas atención.
Faltaban horas en el día para verte más, lugares en el mundo que no llevasen el cartel de “con él”, dinero para llenar ese depósito que aniquilaba la distancia a golpe de freno de mano. Nunca necesité ser la mejor en nada. Me conformaba con las ondas que dibujaba mi pelo, con las guerras contra la humedad del alma y la mía propia. Comencé a morderme las uñas, para obligarme a no arañarte. Para no dejar salir toda aquella rabia mientras gritaba tu nombre, para volverme más dulce cuando me hervía la sangre y te tenía sobre mi… Siempre adoré tu aliento sobre mi oreja, la forma que tenías de decirme que me querías, él como me arrancabas la ropa según entraba por la puerta. Era tan bello el desorden en el que se convirtió mi vida…que logré acostumbrarme a él.
Elinea07 de marzo de 2014

1 Comentarios

  • Libelula

    Me a gustado mucho, es un relato muy fluido y hace que al leerlo te impliques en el.
    Saludos

    15/03/14 01:03

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