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Elmerson Parte 1 Hoja 8

Hoja 8


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(En un hotel de la ciudad Capital del Estado Mayor)

Había una música suave en un cuarto de un hotel, algún piso alto, desde la ventana se podía ver de frente la terraza de un teatro que leyendo un poco mas abajo el titulo del Teatro El cortijo, databa de ser la ventana de un piso alto de hotel. Mientras un hombre de espalda desnuda miraba hacia afuera dejaba mostrar en el reflejo del vidrio superior de la ventana una sonrisa de felicidad casi endemoniada. - Así.
- Si. - Decía una chica como de veintitantos acostada en la cama tapada con una sabana.
El hombre tenia un mirada fría como intelectual, después de la sonrisa que había mostrado había cambiado por completo su pose a una mas seria casi con aspecto democrático, un hombre como de treinta y buena condición física -. La ventana abierta y las cortinas cerradas - decía cuando al caminar unos pasos hacia donde la chica voltio para ver las cortinas que había cerrado -. Je, je, - cambiaba de nuevo su pose seria a una sonrisa enloquecida y de nuevo vuelve a la seriedad con la mirada enfocando a otra dirección en contra de la chica y sentándose en la cama - deberíamos comer juntos mas seguido.
- Claro, - decía la chica, ella muy risueña, coqueta y femenina a la vez, se tapaba con la sabana mientras se estiraba con las manos hacia el frente.
- Perfecto, linda.
- Se ve usted muy sexi sin playera. - La chica decía viendo al hombre sin playera.
- ¿Te parece?
- Por supuesto jefe, - esta chica muy relajada se estiraba en la cama de la habitación con cara de felicidad, mientras el hombre estando serio se sentaba en la cama, por un momento miro hacia el piso con gesto de aburrimiento y después miro en dirección hacia el tocador de la recamara con gesto de interés, afilando la mirada.
- Entonces, pide servicio a la habitación. Comamos algo. - El hombre se levanta y se dirige al tocador de la recamara que se encontraba aun lado, por donde esta la ventana que había abierto.
- si -. La chica se voltea hacia el lado contrario del baño, quedando de frente al teléfono de el cuarto, miraba muy relajada el teléfono y le habla al hombre - Don Velazquez, ¿quiere algo en especial?
- Lo que quieras esta bien. - El hombre estaba abriendo la puerta, después de contestar entra y la cierra.
Un tocador, entrando Velazquez se topa con el tocador de su recamara, se acerca al lavabo y se mira en el espejo, viéndose así mismo, serio, toma unos lentes de armazón café que están abajo del espejo en una pequeña tabla, ya con los lentes saca de su pantalón un celular que esta en su bolsa izquierda, marca un numero con su mano izquierda mientras se ve en el espejo - no dejo de ser curioso. ¿Que estará haciendo? - Otra vez suelta una sonrisa endemoniada mientras llama -. De Alcatraz...



(Un almacén laboratorio, en un sótano)

En un sótano que parece laboratorio se prenden las luces, muchos objetos de laboratorio clínico se muestran por todo el lugar, por una esquina de unas escaleras de piso baja un hombre de rompe vientos con una sombrilla en la mano derecha, este trae un celular sonando en la mano, el cual ve el numero y mete su mano con el celular a su bolsa, saca un manos libres dejando el celular, y se coloca el manos libre en su oreja.
- Asesino... Je, je... - Se ríe mientras camina por el lugar -. ¿Que quieres saber?... Por el momento estarás sin hacer nada, Asesino... Estaré ocupado... El vendedor, ese, esta cayendo poco a poco de un agujero que no podrá salir.



(En un hotel de la ciudad Capital del Estado Mayor)

Una chica anda por el cuarto y esta solo viste una blusa sin nada mas, junto a la puerta hay un buró ella cojee su bolsa, saca su ropa interior y se la pone -. Con quien habla jefecito - dice un poco alto viendo hacia la puerta del tocador.
Justo por adentro del tocador responde Velazquez - Nadie preciosa, ¿ya trajeron la comida?, - dice Velazquez, el hombre sin playera mientras sonriendo se recarga en el lava manos mirando hacia abajo.



(Un almacén laboratorio, en un sótano)

- Estas ocupado, Asesino. Estas poniendo en practica lo que te he enseñado, he, ja, ja. - Alcatraz estando parado por el centro del sótano a un lado de una mesa de metal clavada al piso, tira un liquido transparente en uno de los azulejos, este empieza desquebrajarse, barre con su zapato el azulejo de el piso rompiendo el azulejo el cual se rompe fácilmente, retirando con el pie los pedazos rotos dejando ver un cajón metálico debajo.



(En un hotel de la ciudad Capital del Estado Mayor)

Una chica en bikini y solo con una blusa, esta checando su bolsa sentada en la cama cuando llaman a la puerta.
- Servicio a la habitación.
- Ya llego la comida, - Dice la chica, ella se para a abrir la puerta.
- Servicio a la habitación, - Una mujer traía un carrito con comida, mujer joven de cabello rubio y guapa, la cual se le queda mirando a la chica de adentro por un momento mientras pasa a dejar la comida, esta entra y se sitúa en una mesa de cristal que esta a mano izquierda entrando al cuarto, mientras la chica en bikini se pone atrás de la empleada mientras pone la comida en la mesa.
- ¿Como te llamas?
- ¿Perdón?
- ¿Como te llamas? - Dice la chica en bikini sonriendo casi coqueteando.
- Angélica, señorita.
- Bonito nombre Angélica, yo me llamo Susana - Dice la chica de bikini mirando a los ojos a Angélica la recamarera, mientras esta termina de poner las cosas en la mesa.
- Bonito nombre Susana.
- Gracias, te han dicho que estas muy guapa.
- He, gracias.
- Deberías ser modelo, enserio. - Angélica se sonroja a lo que Susana le dice.
- Gracias. - Angélica baja la mirada penosa, y justo cuando la vuelve a alzar hacia Susana esta le da un beso en la boca a Angélica, quedando impresionada la recamarera, Angélica.
- Estas muy guapa.
- ¿Disculpe?, por... Que, ¿por que hizo eso?
- Es que enserio eres muy guapa. - La recamarera impresionada, agarra su carrito y camina hacia la puerta dejando a la chica en bikini atrás y casi cuando estaba cruzando la puerta se detiene y se toca con la mano su boca, por detrás Susana le llega y la abraza, y aun mas impresionada Angélica voltea hacia donde Susana, y sin pensar le da un beso en la boca a Susana, se separa y sin decir ninguna palabra agarra de nuevo el carrito y se sale de la habitación sin decir nada dejando a Susana adentro con una sonrisa risueña, coqueta y femenina a la vez.
Por adentro del tocador sigue Don Velazquez hablando por teléfono.
- ... ¿que pasara con el chico?, lo encontraras o ¿no?, supongo que el vendedor ahora mismo ya tuvo que haber llegado a su casa, no entiendo por que te aferras en jugar con ellos antes de encargarte de ellos definitivamente...



(Un almacén laboratorio, en un sótano)

- Asesino, asesino, ¿que te he enseñado?, te lo he dicho nadie conoce mi método ni la mente humana como la conozco yo. - De una caja metálica que estaba abajo de un azulejo, ahora este hombre saca de un compartimiento por una esquina de la misma, apenas abriendo algo como una tapa rectangular y pequeña, un trapo negro bonito, por su brillo reflejando la luz, lo saca y al extenderlo por la mesa unas bolitas de color gris se dejan ver que estaban envueltas dentro del trapo, el hombre cojee el trapo envolviendo las bolitas grises dentro y las deja afuera mientras vuelve a colocar la caja metálica de nuevo en el agujero que se había formado en el piso, debajo del azulejo -. La verdad es que la mente es tan vulnerable, existen tantas lagunas en la forma que funciona, en realidad no es perfecta... Que, ¿por que estoy tan seguro?, ja, ja, ja...



(Elmerson)

Había llegado a mi departamento en el 612 de El Edificio Las Gardenias, un malestar en el estomago me empezaba a reclamar, hay momentos en los cuales uno reacciona ante situaciones de manera tan extraña, hay cosas que podrían describirse como simples imágenes y que en realidad son tan expresivas como si alguien me dijera algo que no quisiera yo oír, parecieran ordenes a nuestro cerebro, sobre como actuar, como hacer para dividir mi cuerpo de mi cerebro haciendo sentir cosas raras que nunca habías sentido, existen cosas que si uno mira aun que parecieran cosas tan simples como una puerta abierta, generan tal conmoción al saber que esa puerta es de mi departamento el cual comparto con nadie al ser un espacio tan intimo y verlo abierto, son ese tipo de cosas que lo se ahora, generan un malestar en el estomago, cual mas explicación simple como es el de un simple nerviosismo que sentí al entrar a mi departamento, así, tan expectante a lo que pudiera pasar aun que no pasase nada, pero dejando allí el malestar como indicador de un estado de alerta, colocando toda mi atención en esa puerta, en lo que halle adentro, al entrar...



(Un almacén laboratorio, en un sótano)

- Te diré, asesino... - De Alcatraz habiendo colocado la caja metálica en el agujero del piso camina hacia un rincón del sótano. - Las personas viven engañadas por su propia mente, primero apaciguan sus deseos en normas que generan una sociedad, pero eso esta bien, el problema es que los deseos son los enlaces mas primitivo y menos explorados que tenemos hacia lo que nos haría controlar perfectamente nuestros cuerpos...




(En un hotel de la ciudad Capital del Estado Mayor)

Adentro del tocador del cuarto, sigue platicando por celular un hombre sin playera. - Cada día estas más loco, alquimero je, je, je... OK, entonces dime, tú con tu basto conocimiento, ¿por que somos incapaces de controlar nuestro cuerpo?, ¡mi cuerpo es mío y de nadie mas!, y me obedece a la perfección... ilústrame alquimero.



(Un almacén laboratorio, en un sótano)

- Existe una parte de la mente que necesita canalizarse cada cierto tiempo, cuando una persona esta sin dormir esa canalización no se logra y por ende nos volvemos agresivos, despertando un carácter independiente. - Llega a la esquina del sótano y por la esquina inferior agarra un azulejo del mismo color y forma que tiene el piso, después camina hacia el centro del lugar por donde la caja metálica está. - Estoy controlando ya los deseos involuntarios de nuestro cabo suelto... Si ese, no te preocupes he dejado programado una serie de eventos en su departamentos que él ira atendiendo eventualmente... son cosas que tu asesino, no te darías cuenta ni queriendo, ja, ja... Cuando el abra la puerta de su departamento la encontrara sin seguro, a ti mi asesino te he enseñado a pelear y a prepárate para todo, mas sin embargo aun al primer imprevisto te dejas tomar por el nerviosismo momentáneo, el cual te abre o cierra muchas puertas dependiendo de como lo utilizas... Claro que ya estas acostumbrado, pero para una mente débil es crucial el siguiente movimiento, el cual decidirá cuan resistente o desquebrajado puede uno llegar a ser... Je, je para eso, asesino, ya he dado el siguiente movimiento en el lugar mas sensible de cualquier persona... El hecho es que el peor y más profundo ataque es el que se da directo a la mente, y eso se logra fijándose en los detalles...
Elnovelistadeoro22 de febrero de 2010

6 Comentarios

  • Leonora

    Me tienes intrigada,espero no perderme el final.
    Un abrazo.

    22/02/10 08:02

  • Mary

    Me he quedado impresionada, explicas tan bien todo
    que no cuesta nada imaginarse la escena. Ya voy corriendo
    a leer las otras hojas; esta bastante interesante.
    AH y gracias por la bienvenida. Besos!

    22/02/10 08:02

  • Bunburyana

    ohm jiji wow esto esta wenisimo.. ohm sabes buena redaccion y buenas ideas, ademas de la forma tan xpresia de hacer que solo simples palabras vuelvan una historia en tu mente jeje !!!

    gracias por la bienvenida!!!

    23/02/10 12:02

  • Elnovelistadeoro

    Mary es un placer que te pases por mis escritos.
    Gracias por tu comentario te mando un abrazo, cuidate.

    23/02/10 12:02

  • Elnovelistadeoro

    De nada Bunburyana, gracias a ti por pasarte por mis escritos, un placer pasa cuando quieras.

    23/02/10 12:02

  • Elnovelistadeoro

    Leonora amiga, Gracias desde el principio. Eres sencillamente la MEJOR.

    ABRAZOS

    27/02/10 09:02

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