Eliminé la quinta de mi caja de cambios,
De tu cabeza la corona se voló.
Borroneé con tinta tu inmaculada imagen de antaño,
Guarecí de torres a mi espacio interior.
Esparcí las fotos que venía esquivando,
Deuda que exigía derechos de autor,
Y salpiqué mi rostro con agua salada,
Algo impostergable en el fin de un amor.
Me fumo el tiempo que no sabe a nada,
El resto lo invierto en procaces macanas,
Duermo caminando en mi habitación.
Animales sueltos,
Velas que se apagan,
Mi ángel de la guarda teje una traición.