En otoños nos perdemos,
cosechando las derrotas,
sorprendidos nos miramos
percibiendo tristes notas...
Paranoicos les gritamos
a los soles que derriten,
no entendemos su deshora
ni el porque de su demora.
Se reactiva el desconsuelo
y el amor sobre un pañuelo,
mal deambula el desamparo
y un sublime desengaño.
Se nos queman los papeles,
se nos corren los escapes,
apurados tropezamos
pero sobran los detalles...
Al recuerdo no arrojamos
mas que simples experiencias,
y el tesoro de un orgullo
que ahora brilla por su ausencia.