Cuando veo parejas de ancianos que aún con sus cuerpos arrugados, sus melenas ya incoloras, su sonrisa ya sin brillo, se siguen mirando como el primer día, como la primera vez, pienso que el verdadero amor existe, que el "para siempre" puede cumplirse porque aunque el tiempo pase y el aspecto vaya cambiando, el alma no cambia, los sentimientos cuando son verdaderos no sufren el correr del reloj, porque los ojos son las puertas del alma y los ojos no envejecen, siempre te miran igual, porque el corazón siempre siente de la misma manera cuando se ama, por eso es que lo de afuera no importa, lo superficial se va, lo que importa es lo de adentro, lo que sentimos, nuestra verdad, lo que somos, nuestra esencia.
