- Si, ¿dígame?
+ ¡Hola! Soy yo, el de antes, el de siempre, el que en estos momentos aun sigue aquí, y el que nunca se ha marchado. Vuelvo a llamarte para decirte lo mismo de siempre, lo de todos los días, llámame pesado, incómodo, enojado, engorroso, latoso, molesto, pero no me importa ya me estoy acostumbrando, y no pienso ceder en el intento. Voy a seguir igual, aunque no sea de tu agrado, voy a estar aquí, sin moverme, porque pienso estar en los momentos más felices de tu vida e incluso en los peores, a tu lado apoyándote y animándote el tiempo que te haga falta, porque no voy a rendirme, porque por supuesto voy a estar a tu vera, porque pienso que no hay nada mejor que tenerte a mi lado.
Voy a colgar, y voy a ponerme a pensar, a razonar y recapacitar en todas las cosas que aun me quedar por analizar. No te preocupes por mí, no me llames, no intentes meterte en todo esto, es solo un juego, no me ames.
- Todo tiene un porqué, solo tienes que saber encontrarlo.
