La Muerte llegó tras la bruma.
Y se apoderó de mis entrañas.
Yo me sentí libre
Y llore de felisidad.
Pero al verme del otro lado
deje a mi amor consternado
Tatiana! dijo Matías
Matías! grité.
Desde entonces vivo desesperada
yas no lo volveré a ver
ni sus ojos de cereza
ni su corazon de miel.