Te quiero con esta pena tan intima
que yo conozco y que tú anudas.
Con esta soledad que tan cuidadosamente he escogido
para deshacerme de todo, y pensar en ti.
Te deseo, con estas ganas tan impulsivas y tan concurridas,
tan solas, y tan tristes. Con estas ganas dueñas de todo
y con nostalgia de ti.
Te espero sin esperanza. Sin futuro y sin deseos en las cimas
mas afiladas del pecado y lo "no debido".
Con mas culpa que miedo te busco. Te busco en la gente porque
tus ojos están en los ojos de la gente. Tus manos son mis manos
y tus labios, son los labios de todos. Y asi te vamos todos besando,
poco a poco, sin culpa e irremediablemente.
Te quiero con este adiós tan anticipado, bajo este árbol ya caido,
en esta fuente ya sin agua y en este olvido ya olvidado. Te quiero
este rincón donde tú llegas siempre, aunque llegues, siempre
un minuto tarde.
Por eso te quiero cuando ya me he ido. Con este abrazo tan olvidado y
con todos las cosas que no ocurrieron y que nunca vivimos.
Te quiero con todo lo que no
conozco de ti, y con todo eso que imagino que eres.
Te quiero sin medida, sin compasión y sin excesos. Y lo cierto es que tambien
te extraño, y que tanto como te quiero te odio. Te odio si no me llamas,
si no llegas, si no me esperas y si no me pinsas. Te odio egoistamente
y te odio si te vas. Te odio aunque más tarde no pueda evitar quererte de nuevo.
Te quiero mal. No creas que no soy consciente. Te quiero a medias,
aun si vale la pena o no. Te quiero solo para mi, aunque yo sea de tantos.
Te odio porque todos saben que mi vida está mejor cerca de la tuya. Y te odio mas aún, porque yo también lo creo.
Pero a pesar de todo te quiero, aunque nadie pueda, nunca,
quererte peor que yo.
