La imagen que distorsiona tu realidad. El juego del dolor. El olor a almizcle. Los gritos ahogados de un alma que divaga sin porvenir. Palabras envueltas en fuego.
Fundo besos con estaño.
Cada día, más huraño.
Hipotecando tus recuerdos,
avivando los rescoldos.
Llegó a mí tu invierno.
Me pilló distraído.
Talando árboles de mármol,
dibujando en el agua tu olvido.
¿Me espera alguien al otro lado?
¿Cuántos versos te debo?
¿Querrá alguien mi corazón helado?
¿Saldrá el Sol si no bebo?
Ahogando miserias en una barra,
solo, la amargura como compañía.
Martirizándome con el timbre de tu voz,
pegándole fuego a mi cama vacía.
Te deseo lo mejor,
¡Ojalá fuera verdad!,
Me hace sentir peor,
conocer mi maldad.
Por no perdonarte lo vivido,
las falsas muestras de cariño,
Por como jugaste conmigo.
Y, sobre todo,
en esto que me has convertido.
