Que extraño es perderme en ti, mientras encuentro mi sitio contigo y me das ese hueco del mundo donde la lluvia no moja tanto, secando las tormentas y callando los truenos, abrazándote tan fuerte que pueda reconstruir las ruinas de una cuidad. Siendo tu el consuelo al otro lado de mis dudas, la casilla segura de todos mis juegos de mesa, la que apacigua mi fuego pero nunca lo apaga, mi realidad sin metáforas, el ojo de mi huracán, mi punto de inflexión.
Que rápido me enamoré de ti, como si de un juego de cartas se tratara, apostándolo todo sin miedo a perder, porque se que contigo los dados están de mi parte, y la vida también, que se gira cada vez que te ve pasar y a la que llevo ventaja desde que te tengo a mi lado. Rompí tantos pensamientos entre paredes que hoy estas volviendo a armar, solo estando, solo siendo.
Últimamente me arrastras a la punta del tintero, dibujando el borde de tus labios mientras me cosquillea el corazón, no hay perfectos suficientes que lleven en sus letras las miles de sensaciones que me produces. Mil veces te diré te quiero y mil veces vuelvo a respirar por primera vez, entre tus curvas, tus manos, tus aciertos, tus modos y tus caídas, trago saliva y el papel solo te dibuja... Y cariño, que bonita eres y que bonito es quererte.
