Por tu Cuerpo
Llegué como un turista a tu espalda,
sin entender ni papa de tu dialecto,
escalé tus lunares hasta el cuello,
y acercándome hasta tu oído susurré cuánto te quiero.
Hice rápel por tu pelo,
y superando mi miedo a las alturas
fui a parar en tu pecho.
Descansé un par de minutos,
de horas,
de sueños,
y cuando decidí aterrizar en tu vientre,
supe que había subido al cielo.
No me salven, ni me busquen.
He encontrado resguardo,
entre caricias sin nombre,
y pasión en cada abrazo.
No me entierren cuando muera,
dejen que mi cuerpo se convierta en cultivo,
que si mi alma sube a tu boca,
mi recuerdo no caerá en el olvido.
No me entierren cuando muera,
que ya estaré en el cielo,
contemplando tu brillo al verme,
escondiendo todos mis miedos.