Noveno Poema de la Rosa
la rosa
esa maravillosa flor
tan codiciada
que se daba por amor
a quedado
ridiculizada
incomprensible
pues ante mis ojos
no expresaba nada
sediciosa y triturada
se presentaba ante mí
estéril y árida
con su color
de la amargura
y esa forma suya
de marchitarse
putrefacta
era su renuncia
a lo que semibreve
por si misma engendro
su belleza
se desvanece
y de su color
de vida
sólo queda
su muerte
seca como
quien miente
y la rosa obsequiada
resplandeciente
como una ráfaga
tan desolada
se pudrirá
ante la mirada
despabilada
de los amantes
enternecidos
ante las cloacas
de sus almas
de la rosa
seducidos