Frente a frente
Dos destinos
que se miran mutuamente
Mirada con mirada
Dos
voluntades escapando a su realidad
Cara a cara
Tus
santas palabras contra las mías paganas
Pues nuestros
senderos se han cruzado en este recodo del camino
Vos viajabais
a los campos elíseos y yo al tártaro
Nos encontramos en medio
de el cielo y el infierno
en el Midgard, hogar de los
mortales
Vuestra mirada atravesó el umbral de mis ojos
Mi mano confusa sólo apretaba el pomo de mi espada
-¿Váis hacia las desoladas tierras de los parias de la luz?-
-Sí mi dama, es el destino que la fortuna ha de reservarme-
-Esperad caballero, no podéis ir a tan frías tierras sin compañía
-
-Solitaria es mi senda, el exilio no conoce amigos-
-Os acompañaré ante Caronte, es vuestro último viaje-
-
Caminad a mi lado, mi voluntad no permite que os rechace-
Héme caminado al lado de vuestra agradable presencia
la
hora de zarpar se acerca, no os quiero abandonar
ya era el
momento, cruzamos nuestras miradas por vez última
Os besé la
frente, agradecí la grata compañía, próximo a mi final
Unas
lágrimas trocaron mis ojos, pero no volví la mirada atrás
Me
quedé sólo con vuestro recuerdo, la dulzura de vuestra presencia
¿Saltar de la barca e ir nadando a vuestro alcance?
¿Tomar vuestra mano y correr sin rumbo?
¿Olvidar mi
camino y el vuestro, hacer nuestro propio destino?
¿Disfrutar
de vuestros hermosos ojos?
¿Robaros uno o dos besos, otras
tantas caricias ?
¿Hacerme de vuestra cintura?
Caronte sigue remando, yo aún no me decido a dar el salto
Avanzamos nuevamente por opuestos caminos
Tu hacia tu
luz, yo hacia mi perdición.
Queda tiempo, puedo todavía saltar
a tu encuentro...
...aún se bate el remo en el agua y sin mirar
atrás medito
¿Nadar a ti? tal vez no dependa de mi voluntad.
Aquí queda esta historia. No tiene final, será el que
vosotros decidáis dar. ¿Saltar y cambiar el destino? o ¿Dejar que todo
siga su curso?
¿De qué voluntad depende?
Como dije
antes, buscad vosotros el final, ya que ni el más sabio sabe el final de
todos los caminos, tal como dijo Tolkien.
No hay camino que no
conduzca a Roma, pero sí desvíos que pueden hacernos llegar a
deshoras.
El prudente Odysseus
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Aquí comienza otra
saga inconclusa: En aquellos tiempos en que vivía Odysseus Orion, alter
antecesor a Armando y que murió en la batalla (su antecesor, Abaris,
murió de un infarto) el penúltimo de la dinastía Orion....
Pero esa historia de alter egos y sus dinastía es para contar
completa en otro escrito. Espero que disfruten con estas entregas