Soy una bella prostituta blanca
que porta las llaves de tu deseo
aspiro a tu goce como un trofeo
pero debes pagarme, te soy franca.
A mi por sexo, los hombres me llaman,
desde la torre Eifel al Coliseo
obtuve afrodisíacos trofeos
durante las noches y las mañanas.
Pero un dolor me está oprimiendo fuerte
ahora que huyen mis años mejores
y se acerca quizás la misma muerte.
Aunque disfruté de ricos sabores
no gusté por designio de la suerte
olvidar al hombre de mis amores
jejejej bueno tú escrito y la enseñanza envuelta.
Saludos Fabio