Recuerdo
que
te tomé
por la nuca
con mi mano
derecha
y te besé
en toda
la boca
con toda
mi boca
mientras
los últimos
segundos
del día
docientos
ochenta
y seis
se volaban
con el viento.
Era
una tarde
nublada
en una ciudad
llena de perros
muertos de frío
como tu
y como yo
pero nosotros
acabábamos
de ganarle
al tiempo
una vez
más.
Eso era
todo
lo que
importaba
por aquel
entonces.
Sencillo y apasionado. Saludosss Fede