Río turbio de inmortal existencia
que bañas esa soledad intensa,
sentimental, que nada en tus aguas,
en tu fértil cuerpo extenso y brillante.
Un punto de partida es tu orilla para el pescador,
que va hacia el oscuro día.
Dicen que la lluvia te entristece, agua de tu agua.
Río en tu sangre llevas el eterno silencio,
y desangras en mis ojos al contemplarte
desde tu profunda orilla.