Ahora
No existiría la orilla,
pura y sensible,
si el rio balsámico
no llegara a su destino.
Todavía hay agua verde
en donde todo empieza y termina,
noche y día,
luz y sombra.
Un pacto encarnizado con la soledad
y un silencio cíclico de flores y llaves
donde una puerta, a la nada, se abre
explota la energía al cruzarla
y parece que todo es ahora.