Sangra la palabra escapando de la boca
susurra al oído este silencio inmóvil
mientras se asoma la espléndida noche en la metrópoli
y tratamos de caminar por todos lados.
La gente pide deseos allá a lo lejos
y sus almas piden música de cuerpos.
El universo se deforma en esa luz de luna
que cae de frente sobre los techos.
Y el paisaje parece seguir mostrándose
así, al desnudo, y va pidiendo algo
no sé qué es pero no me importa saber
porque hoy ya no soy yo.
-¿Eres tu?
-No, no, qué va, soy otro.
-Entonces ¿tu quién eres?
-¿No te lo he dicho? Otro
-Pero tu donde estás.
-No lo sé, me fuí para otra parte. Ahora ya no soy.
-Tengo tantas ganas de verte.....
Qué ganas tenía Fernando de volverte a leer.
Hasta te estuve buscando por la blogosfera.
Yo también te echaba de menos Fernando. Qué alegría. Me podías enviar un mensajilo y contarme cómo te va la vida.
Me haría mucha ilusión.
Un abrazo sincero.