Insistís en quedarte para siempre,
como una sombra de la que no se escapa,
e, ilusa de mí, vuelvo a abrirte la puerta,
aunque sé que no debería.
Y mi cabeza no puede no pensarte,
aunque sea por un momento,
aunque estemos distanciados,
de tu instante y el mío.
Es que no logro olvidarte,
mi cabeza no lo entiende,
el alma te abre la puerta...
Aunque se lastime, no le importa,
sólo busca tenerte.
Insistís en hacer de cuenta
que todo sigue igual.
Hoy mi cabeza busca tregua.
Porque sabe que en el fondo,
seguimos confundidos, los dos:
yo un poquito más, vos
otro poquito menos,
pero aturdidos y desorientados al fin.
que bueno flor...
besos y bendiciones(je)